¿Qué es?
Es una experiencia emocional y psicológica que ocurre como respuesta a la pérdida de algo significativo en la vida de una persona. La pérdida puede ser la muerte de un ser querido, pero también puede ser la pérdida de un trabajo, una relación, la salud, una mascota, o cualquier otro tipo de pérdida importante. El duelo es una reacción natural y normal ante estas experiencias de pérdida.
El duelo es un proceso individual y único para cada persona, y no hay una forma «correcta» de hacerlo. Tiene un tiempo indefinido transitar por el y varía según factores como la naturaleza de la pérdida, el apoyo social disponible, las creencias culturales y religiosas, y la capacidad de afrontamiento del individuo.
Es importante permitirse sentir y procesar las emociones relacionadas con la pérdida durante el duelo, así como buscar apoyo emocional de amigos, familiares, o profesionales de la salud mental si es necesario. A lo largo del proceso, la persona que está de duelo puede experimentar diferentes etapas, como la negación, la ira, la negociación, la depresión y finalmente la aceptación, aunque no todos pasan por todas las etapas ni en el mismo orden. El objetivo del duelo es adaptarse gradualmente a la nueva realidad después de la pérdida y encontrar formas de seguir adelante con la vida.
Algunos comportamientos que puedes identificar:
- Tristeza
- Ira
- Culpa
- Fatiga
- Insomnio
- Pérdida de apetito
Es importante que conozcas las etapas del duelo, estas etapas no debes experimentarlas en un orden lineal, puede variar según cada individuo.
Etapas del duelo
Negación
En esta etapa, la persona puede tener dificultades para aceptar la realidad de la pérdida. Puede experimentar una sensación de desconcierto, incredulidad o sentirte como si lo que ha ocurrido no fuera real. La negación sirve como un mecanismo de defensa temporal que te ayuda a manejar el impacto inicial del dolor.
Ira
Tras la negación, puedes experimentar frustración y enojo. Este enojo puede ser hacia ti mismo, hacia otros, o incluso hacia la persona que ha fallecido por «dejarte». También puede estar dirigido a situaciones o a la vida en general, ya que sientes que estás viviendo una situación injusta.
Negociación
En esta etapa, puedes desear hacer tratos o promesas, como una manera de evitar la dolorosa realidad. Puede hacer una «negociación» interna, preguntándote si puedes cambiar algo o «hacer algo» para revertir la pérdida, como si el regreso del ser querido dependiera de ciertos comportamientos o sacrificios.
Depresión
Esta etapa está marcada por un sentimiento de tristeza profunda, desesperanza y pérdida de interés en la vida. Puedes sentirte abrumada por la tristeza, experimentar síntomas de ansiedad y llorar con frecuencia. El dolor emocional es más evidente en esta etapa, ya que empieza la etapa de aceptar la realidad de la pérdida.
Aceptación
En esta última etapa, alcanzas un punto donde empieza a encontrar tolerancia respecto a la pérdida. La aceptación no significa que hayas olvidado a la persona, sino que ha llegado a una comprensión interna de la situación y comienzas a ajustarte a una nueva vida sin ella. Progresivamente retomas tus actividades cotidianas y, eventualmente, haces parte de tu realidad la pérdida de esa persona.